sábado, 6 de diciembre de 2008

Obama: Un enorme peligro para América y el mundo


Obama: Un enorme peligro para América y el mundo

Por David Duke

Los estadounidenses han tenido suficiente de George Bush. Las últimas encuestas de opinión muestran su aprobación en un 22 por ciento, probablemente la más baja de cualquier presidente de los Estados Unidos en la historia. En Europa, el Medio Oriente y el resto del mundo, George Bush es quizás el presidente norteamericano más odiado en la historia.

Como cualquier observador astuto político sabe, la política exterior americana está completamente en control de extremistas judíos que han hecho de la diplomacia americana y de la guerra simplemente una extensión de los elementos judíos más radicales en Israel y en el mundo. El más poderoso lobby en Washington, con mucho más peso que cualquier otro, es el AIPAC, (Comité de Asuntos Públicos Americano Israelí). Ayudado por la enorme influencia de los medios de comunicación y el mundo financiero, han sido capaces de perseguir los objetivos de Israel en el Medio Oriente e incluso en todo el orbe.

Muchos estadounidenses están ahora plenamente concientes de que la guerra de Irak fue completamente fabricados por “Israel-Firsters” (“Israel Primero”) que vieron a Irak como el mayor enemigo de Israel.

Fueron capaces de transformar a Hussein, de aliado de Estados Unidos al que éste suministró miles de millones de dólares en armas, en un enemigo. Los intereses de las empresas de América en Irak también fueron perjudicados por nuestra política controlada por Israel. Incluso los medios de comunicación admiten que, casualmente, los principales orquestadores de la guerra fueron Richard Perle y Paul Wolfowitz. De hecho, ya mucho antes de la guerra, Perle y otros neoconservadores judíos escribieron una carta a Benjamin Netanyahu y al gobierno israelí proponiéndoles la guerra contra Irak, Siria e Irán (en el documento conocido como “A Clean Break”).

Los propietarios y editores del NY Times y el Washington Post, desvergonzadamente sionistas, no nos dijeron que necesitábamos la guerra por los intereses de Israel; no, nos dijeron la gran mentira de las supuestas armas de destrucción masiva de Saddam y cómo éste era un peligro para Estados Unidos. En realidad, el verdadero peligro es el control neoncoservador de nuestra política que ha causado la muerte o la mutilación de decenas de miles de estadounidenses en Irak y Afganistán, y un coste final de billones de dólares al duramente oprimido pueblo estadounidense. Se podría argumentar, sin contradicción, que el apoyo a largo plazo del supremacista Estado judío de Israel, ha sido el mayor factor en el aumento de terrorismo en el último medio siglo.

Todo el mundo ve, con razón, a McCain como alguien que continuará con las políticas judío-neoconservadoras de George Bush. Sin embargo, el establishment de los medios masivos de comunicación ha sido muy cuidadoso en retratar a Obama como una voz fresca, el candidato "anti-guerra". Sin embargo, Obama ya ha dicho que evaluará su plan de retirada de Irak "en su momento", prometió un incremento masivo de las tropas en Afganistán, y ha amenazado a Irán con la aniquilación nuclear. ¿Se trata acaso de un candidato "anti-guerra"?

La santidad del ‘Presidente Barack Obama’ ya ha empezado. La revista Rolling Stone dijo que él "desafía América a levantarse [y] convocar a ‘los mejores ángeles de nuestra naturaleza’".

La verdad, es que Obama representa las mismas políticas de George Bush y John McCain. La única diferencia es que él es mucho más peligroso, porque América y el mundo están muy prevenidos de Bush y McCain, pero Obama pondrá una nueva cara en las mismas viejas políticas que han llevado a Estados Unidos y al mundo a la guerra y al Armagedón económico. Obama no se ve como un “neocon”, pero se pone un yarmulke y se arrodilla ante el AIPAC, tal cual como lo hacen Bush y McCain.

La última vez que observé los informes federales de la campaña electoral, encontré que el mayor contribuyente de Obama fue la criminal firma bancaria de Wall Street, Goldman Sacks. Obama no es un agente de cambio, es un agente de la misma vieja misma edad, con un nuevo rostro.

Obama da a los neoconservadores que controlan la política interna de Estados Unidos, la política exterior y los medios de comunicación una nueva imagen. Todo esto lo hace mucho más peligroso para la paz, la libertad y la prosperidad del mundo que George Bush y su elegido sucesor, John McCain.



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