sábado, 13 de diciembre de 2008

Algunas aclaraciones acerca de mi postura frente al judaísmo




Es increíblemente normal ver a la gente caer en un error fundamental, cuando se trata del tema del judaísmo y de las incontables veces en que las sociedades del mundo han mostrado su molestia, desconfianza y, por último, su odio hacia éste. Hoy por hoy, luego de más de 60 años desde el término de la II Guerra Mundial y el famoso (o infame) Holocausto (u Holocuento, como prefiero llamar a la sarta de mentiras que se han inventado para justificar el robo de Palestina y el saqueo de Estados Unidos, muchos países de Europa e incluso nuestras naciones), siempre que se habla mal del judaísmo o de algún judío en particular (Farkas, Kreutzberger, Lily Pérez acá en Chile o Ariel Sharon, Netanyahu, Sarkozy, Wolfowitz u otros farsantes, ladrones y/o criminales en el extranjero), una persona es llamada racista, xenofóbico o, simplemente, "nazi".

Bien, para todas esas personas, es necesario aclarar que, dado que los judíos no son una raza, pues la mayoría de ellos pertenecen a la raza blanca (de hecho, caucásicos en su mayoría), no puede el antijudaísmo ser parte del racismo o la xenofobia, como sí podría serlo el disgusto por negros o amarillos de parte de un blanco.

No, con los judíos es distinto. Los judíos han sido despreciados, odiados y perseguidos no por su raza, sino por su creencia. ¿Por qué? porque ella es el fundamento del detestable comportamiento que los judíos tienen dentro de las sociedades que los han cobijado. Su forma de pensar, basada en una teoría sin fundamentos, de que ellos son el pueblo elegido por Dios y, en consecuencia, que tienen pleno derecho y justificación para robar, mentir y matar a quien quieran, es lo que ha llevado a muchos países del mundo, a lo largo de la historia, a aislarlos, expulsarlos e incluso matarlos. Es incluso divertido cómo es que la gente, sabiendo esto, no se pregunta "¿por qué los persiguen?"...todo pasa por algo.

Bueno. Hoy publico dos artículos de dos ensayistas judíos que tienen sumamente clara la película. Si yo fuera "racista", jamás se me hubiese ocurrido citarlos a ellos, y sin embargo...

El judaísmo es una ideología peligrosa, dañina y, finalmente, satánica, pues cualquier religión que no sea adorar a Dios -especialmente si la "religión" se trata sólo de autoadorarse- es satanismo y nada más.

"Disfruten".

No hay comentarios: